domingo, 16 de mayo de 2010

Amigos sin reservas

El Gobierno de la Ciudad le dio el visto bueno a un helipuerto que se estableció a metros de la Reserva Ecológica Costanera Sur, ninguneando leyes nacionales y desoyendo la queja de varias ONG´s que se pronunciaron abiertamente en contra del proyecto.


El helipuerto surgió del Gruppo Modena, imperio económico dirigido por Cristiano Ratazzi, presidente de Fiat Argentina y con control (o participación) en otras 19 empresas, entre las que se incluye Fiat Concord, Iveco, Bormida y Union Constructores Argentinos. Ratazzi es amigo personal del Jefe de Gobierno Mauricio Macri. Quizás esa relación es la que permitió a Modena conseguir que la Agencia de Protección Ambiental le otorgara el certificado de aptitud para operar a tan sólo 300 metros de la Reserva Ecológica porque ni las leyes, ni los estudios de las ONG´s, ni el sentido común, podrían sustentar esa decisión.




La Ley 452 Art. 7º considera a los helipuertos como una actividad que produce impacto ambiental y es por eso que exige un estudio donde se constate que no se viola ningún estándar ecológico. El decreto 740/07 determina que “la Reserva Ecológica Costanera Sur es considerada como área de sensibilidad acústica de Tipo 1” por lo que los límites máximos de emisión de ruidos se establecen en 60 decibles para el dia y 50 para la noche. Para demostrar que esa normativa no iba a ser violada, Gruppo Modena contrató a la empresa uruguaya GEA Consultores para que lleve a cabo el estudio.

El informe de GEA sostiene que los niveles de contaminación sonora no serían perjudiciales para la fauna. Existen dudas sobre la transparencia del informe por la supuesta vinculación que hay entre el grupo que preside Ratazzi y la consultora.

La agencia tuvo que basarse en el informe de GEA. La normativa no obliga a que el estudio sea realizado por una entidad independiente sino por una empresa a elección de quién solicite el permiso. Aunque la Agencia de Protección Ambiental aprobó la ubicación del helipuerto, impuso una serie de condiciones: mediciones periódicas del nivel sonoro generado por la actividad, la limitación a sólo 5 vuelos por día (y sólo entre las 7 y las 22 hs) e indicó que la ruta aérea sólo podrá establecerse lejos del territorio de la Reserva.

“En la audiencia pública se debatió acerca de la incidencia de las aves en los helicópteros y se resolvió que se iba a tratar de espantarlos con métodos no cruentos”, sostuvo el Director de Evaluación Técnica de la Agencia de Protección Ambiental, Horacio Walter. Según el funcionario, los pilotos cuentan con la información acerca de la temporada de migración de las aves y por lo tanto, “no se van a arriesgar a volar si saben que hay aves cerca”. Sobre el peligro de accidentes con estos animales, afirmó: “No me preocupa demasiado eso”.

Para Walter la seguridad de los pilotos y la de la fauna de la Reserva se reduce a los imprecisos datos acerca de la época en la que las aves migran. Emilio Grass, miembro de la Asociación Civil Por la Reserva es tajante en su crítica: “La legislación es clara: si hay aves no puede haber un helipuerto”.

Uno de los puntos controvertidos que Modena defiende a capa y espada es el que refiere a la distancia que tiene que mediar entre el helipuerto y la Reserva.

La legislación se expresa claramente. No puede haber ni aeropuertos ni helipuertos a menos de 500 metros de terreno protegido. Desde Modena dicen que eso se cumple, pero la ONG Por la Reserva y el ex legislador porteño, por Frente para la Victoria y ex vicepresidente de la Comisión de Ecología, Pablo Failde afirman que en verdad el helipuerto estaría emplazado a 300 metros. Advierten que la empresa constructora desconoce deliberadamente que el límite sur está fijado por la prolongación de la calle Humberto 1º y no a 200 metros como Modena pretende.

Failde denunció que Modena desconoció las leyes de la Ciudad, amparándose en normativas de la Nación que no tienen jurisdicción en los terrenos en disputa y en el año 2007 presentó por escrito las dudas que la comisión tenía con respecto a la instalación del helipuerto.

La Reserva Ecológica se encuentra en una posición “delicada”. Su directora, María de Luján Arzubi Calvo, es designada directamente por el Ejecutivo porteño. Que sea puesta “a dedo” (y que pueda ser retirada del cargo bajo el mismo mecanismo) siembra dudas acerca de su libertad para criticar u oponerse a las decisiones que sus jefes toman.

En la audiencia pública del 29 de diciembre de 2008 que la Agencia de Protección Ambiental llevó a cabo para “discutir” el tema del helipuerto no fue ningún representante de la Reserva. No es un dato menor que quienes defienden los intereses de una de las partes implicadas no hayan asistido.

En ese lugar la Reserva molesta. La zona goza de los precios más abultados por metro cuadrado y hay proyectos millonarios para construir en los territorios circundantes. Por su extensión y ubicación ocupa un espacio codiciado por empresarios inmobiliarios que no ven la hora que desaparezca. Desde el Gobierno porteño no se hace mucho para conservarla en óptimas condiciones. El presupuesto se redujo, los investigadores no tienen apoyo oficial y tiene importantes falencias estructurales. Con esas trabas, al principal pulmón verde de la ciudad no le espera un buen futuro.

Failde fue categórico: “Se ve con claridad que no prevalecieron los intereses ambientales, ni los de la comunidad que se beneficia con la conservación de los ecosistemas urbanos sino los interés de un emprendimiento exclusivísimo por sobre el conjunto de los vecinos porteños”.

Bajo el paradigma de la ganancia la Reserva tiene sus días contados.

Candela Martin, Daniela Ledesma.

2 comentarios:

  1. Lila B., actriz porno.19 de mayo de 2010, 6:24

    SOY TU FAN.

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  2. Que buena nota! Aunque falta un inicio con un poco más de fuerza, no sé, no le vendría mal un poema de Lou Reed...

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