lunes, 14 de junio de 2010

Graffitis I


Las paredes porteñas se ven cada vez más plagadas de expresiones artísticas. El street art (arte callejero) es una corriente que crece a pasos agigantados en la Ciudad de Buenos Aires, especialmente en los barrios de Palermo, Colegiales, Belgrano, Barracas y San Telmo. Ya sea por pedido de los dueños de un inmueble o por elección de los muralistas o graffiteros porteños de espacios públicos en desuso, fábricas abandonadas o baldíos; plasman sus creaciones generando en la sociedad una gran controversia.
Graffitis, ¿Pulgar arriba o abajo?


Con la llegada de artistas extranjeros y de argentinos que vivieron en Europa o Estados Unidos en la década del 90 que aprendieron a hacer graffitis, Buenos Aires, empezó a contagiarse del arte urbano. El movimiento se terminó de consolidar con la llegada de la pintura en spray catalana Montana Colors, en 2001.

Los artistas callejeros de la Ciudad se ven muy beneficiados ya que sobran lugares para realizar sus creaciones. Hay muchos espacios venidos a menos, fábricas abandonadas, obras que nunca se terminaron de construir, autopistas que nunca llegaron a serlo y el plus de no ser perseguidos. La policía no actúa al ver un grupo de jóvenes con andamios, pinturas y esténcil, a pesar de lo que dice la Ley.


En una entrevista al diario La Nación, el diputado Martín Borrelli, presidente de la Comisión de Seguridad de la Legislatura porteña, aseguró: "Tanto en el Código Penal como en el Código Contravencional de la Ciudad hay figuras que contemplan los casos de daño a los bienes. Por ejemplo, si se ensucia con una pintada la pared de una vivienda. Ahora, si tenés un pintor que trabajó con consentimiento del propietario o alguien que pintó un murallón lindero con el ferrocarril, un territorio vacante, un baldío, estoy seguro de que, en caso de hacerse una denuncia, el juez a cargo lo primero que diría es que no hay daño que amerite la sanción a la persona que hizo el mural o el graffiti".

El artículo 80 del Código Contravencional porteño castiga con uno a quince días de trabajo comunitario y multas de 200 pesos a 3.000 pesos, al que "manche o ensucie bienes de propiedad pública o privada”. Sin éxito en la sanción, el Gobierno Porteño se limita a gastar abultadas sumas de dinero para pintar las paredes “manchadas”.


Dónde ir


Un lugar digno de ser visitado son las cuadras entre Holmberg y Donado, hasta La Pampa. Una inmensa galería a cielo abierto, con obras de graffiteros locales y de otros países. Un mural tras otro, con las más diversas técnicas y la identidad inconfundible de cada artista que intervino esta gran obra.
Otro espacio caracterizado por el street art es la planta eléctrica de Edenor, en Colegiales, en la calle Matienzo entre Conesa y Zapiola. Una de las mejores galerías de arte informal de la ciudad, que además sirvió para rodar un corto de animación realizado por el artista Blu Blu.



En Palermo existe un lugar llamado Hollywood in Cambodia, ubicado arriba de un bar, en Thames 1885. Es la primera y única galería de arte especializada en street art, que cuenta con una terraza que es pintada frecuentemente por diferentes artistas invitados por los dueños del lugar. Así, el mural de la galería se renueva cada semana, para que cada artista tenga su momento de protagonismo.

Expresión Graffiti

Street Art: Se desarrolla en los espacios públicos. Puede incluir graffiti, stencil, intervenciones urbanas.

Grafiti: Práctica que se relaciona con la necesidad del hombre de dejar huellas. Durante el siglo XX, dos acontecimientos marcaron este arte: el mayo francés del ´68 y el graffiti neoyorquino de los ´70.

Grafiti hip hop: Nacieron como dibujos adolescentes en barrios marginales de Nueva York. Aparecían en las paredes y en los vagones de los trenes y subtes. Los primeros eran, únicamente, el nombre o apodo del autor.

Stencil: Se utiliza una plantilla con diferentes dibujos y/o letras y se las rocía con aerosol sobre una pared para que quede grabado.


Daniela Ledesma, Candela Martín.

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